sábado, 16 de mayo de 2015

La masa es el término, es la nada radical

“El buen conocedor lee entre líneas y cala a un hombre con sólo ver su porte o su letra. Por eso la comunidad de almas, cuanto más profunda e intima es, más prescinde de los signos, más anula las relaciones basadas en la vigilia inteligente. El verdadero compañerismo se entiende con pocas palabras; la fe verdadera enmudece. El más puro símbolo de una compenetración superior al idioma es el viejo matrimonio aldeano que al atardecer se sienta delante de la casa y entabla una conversación muda. Cada uno de esos dos seres sabe muy bien lo que el otro piensa y siente. Enmudece porque las palabras servirían de estorbo. Esta mutua inteligencia silenciosa hunde sus raíces profundamente en la historia primaria de la vida en movimiento, más allá todavía de las comunidades animales. Por momentos llega casi a anular la conciencia despierta.”

“La nobleza de todas las épocas primeras fue la clase, en el sentido originario de la palabra; la historia hecha carne, la raza elevada a la máxima potencia. Frente a la nobleza aparece dondequiera la clase sacerdotal, la contra-clase, que niega todo cuanto la nobleza afirma, y que, de este modo, se manifiesta como el símbolo magno del otro aspecto de la vida.

Pero la tercera clase; como hemos visto, carece íntimamente de unidad; ha sido la no-clase, la protesta contra la división en clases y no contra esta o aquella clase, sino en general contra la forma simbólica de la vida. La tercera clase rechaza toda diferenciación que no justifique ni la razón ni la utilidad; y, sin embargo, significa algo, y lo significa con plena claridad: es la vida urbana hecha clasey opuesta a la vida rural; es la libertad, hecha clase y opuesta a la sujeción. Mas, considerada en su propio ser, la clase tercera no es en modo alguno un resto, un residuo, como parece cuando se la mira desde las otras dos clases. La burguesía tiene limites; pertenece a la cultura; comprende, en el mejor sentido, todos los adherentes a la cultura, bajo la denominación de pueblo, populus, demos,al que se subordinan la nobleza y la clase sacerdotal, el dinero y el espíritu, el oficio y el trabajo a jornal, como partes integrantes del conjunto.

La civilización se encuentra con ese concepto de pueblo y lo aniquila bajo el concepto de la cuarta clase, de la masa, que rechaza la cultura en sus formas desarrolladas. La masa es lo absolutamente informe; persigue con su odio toda especie de forma, toda distinción de rangos, la posesión ordenada, el saber ordenado. Es el nomadismo moderno de las grandes cosmópolis , para quien los esclavos y los bárbaros en la antigüedad, los sudras en la India y todo cuanto es hombre significa por igual un flujo inconstante, totalmente desarraigado, ignorante y desdeñoso de su pretérito y sin relación con el futuro. De este modo la cuarta clase viene a ser la expresión de la historia cuando se transforma en lo ahistórico. La masa es el término, es la nada radical.”

Oswald Spengler

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