jueves, 28 de mayo de 2015

Democracias dirigidas

¿Quién puede poner en peligro sus privilegios?

Ellos (los que dominan) a diferencia de nosotros (los dominados) saben perfectamente que su poder se basa en una cosa muy sencilla; la aceptación del sistema por parte de las masas. Por ello es necesario dar a éstas la sensación de que ellas mismas eligen el orden establecido a través de las “democracias” occidentales. Pero lo único que eligen los pollos de la granja es la salsa con la que serán cocinados, pues nuestras democracias consisten en votar a un plan electoral de un partido político que podrá ser llevado a cabo… o no, pues la ley ni si quiera les obliga a los políticos a cumplir su programa electoral. El partido que más dinero tenga para publicidad más posibilidades tendrá de ganar las elecciones, el partido que más favores haga a la banca y a los poderosos, más dinero recibirá para publicidad, publicidad que ni si quiera nos tratará como ciudadanos, sino como clientes que eligen un producto u otro.

Nuestra “democracia” consiste en elegir a una persona que decidirá por nosotros, que hablará por nosotros y que pensará por nosotros, y nosotros, los ciudadanos no decidimos absolutamente nada, hasta los referéndum son solo consultivos, ni si quieran están obligados por ley a cumplir la decisión popular. Hemos aceptado casi a ciegas, como si fuera una verdad revelada que vivimos en una democracia, nos lo dice la escuela, nos lo dice la televisión, nos lo dicen nuestros políticos, nos lo dicen nuestros libros de texto. Así las masas aceptan sin preguntarse, sin dudar, sin juzgar toda una mega-estructura, todo un sistema: el gobierno, la ley, el orden, la propiedad privada, los medios de comunicación, las instituciones… herencia material es igual a herencia cultural, quien tiene el poder tiene la palabra, quien tiene la palabra domina la cultura y a las masas, por lo que si estas masas dudan, se preguntan, o juzgan sobre el orden o desorden establecido todo el sistema se tambaleará. Por lo tanto, el enemigo más peligroso para el poder será toda persona, organización o movimiento que pueda influir sobre dicha aceptación.

¡Rompe con la democracia dirigida!
¡Rompe con el poder!

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