lunes, 11 de mayo de 2015

Ettore Muti



Ettore Muti nació un 22 de Mayo de 1902 en Rávena, Italia. Pocos lo sabían entonces, pero acababa de venir al mundo uno de los espíritus más libres de la Península Italiana, aventurero en extremo y buscador de peligros, Ettore Muti pasaría a la Historia como una de las figuras más temerarias del fascismo italiano.

Frustrado se sintió Muti cuando estalló la Primera Guerra Mundial y no le dejaron ir al frente por ser menor de edad. Por esa razón en 1916 se escapó de casa y viajó hacia las zonas de combate hasta que fue descubierto y detenido por los Carabineros (Carabinieri) que le devolvieron a sus padres en su hogar. Sin embargo no se dio por vencido, ya que al año siguiente, en 1917, volvió a escaparse y en esta ocasión logró ser admitido en el Ejército Real Italiano, exactamente dentro del 6º Regimiento de la Brigada Aosta. Su primer bautismo de fuego tuvo lugar en la Batalla de Col Beretta en donde luchó contra los austro-húngaros, siendo él uno de los 23 supervivientes de un total de 800 soldados que fueron masacrados por las ametralladoras enemigas. Un año después, en 1918, se le cambió de destino y se le incluyó en el 20º Destacamento de Asalto “Fiamma Nere”, unidad con la que pudo combatir en la Batalla del Piave.

Desilusionado por el resultado tan poco favorable a Italia al terminar la Primera Guerra Mundial, Ettore se enroló en la fuerza expedicionaria de los “Arditi” de Gabriele D’Annuzio que ocupó Fiume a costa de Yugoslavia en 1919. Como la aventura fue un fracaso, debido a que el porpio Gobierno de Italia la combatió, Ettore con ganas de revancha contra la corrupta democracia italiana se afilió en 1921 al Partido Nacional Fascista de Benito Mussolini.

Muy pronto Muti demostró ser un excelente organizador en milicias políticas, fundando en 1922 el Fascio de Rávena, grupo paramilitar de jóvenes que se dedicó a luchar en las calles contra los comunistas. Precisamente durante la Marcha sobre Roma él y sus hombres se hicieron con el control de Rávena. Al año siguiente, 1923, fue uno de los mandos de la recién fundada Milicia Voluntaria para la Seguridad Nacional (Milizia Voluntaria Sicurezza Nazionale o MVSN), ostentando el rango de cónsul de la Milicia Portuaria de Trieste.

Siempre la vida de Muti fue intensa, ya fuese corriendo riesgos en guerra o buscándolos él mismo en tiempos de paz. Por ejemplo, un accidente casi acaba con su vida cuando participaba en una carrera de motos con su moticleta Harley Davidson. También el 13 de Septiembre de 1927 sobrevivó al atentado de un anarquista que le disparó a quemarropa, encajándole dos tiros, uno en el abdomen y otro en el brazo, aunque no afectaron a ningún órgano y al poco tiempo pudo recuperarse.

Otra de las aficiones por las que se sintió atraído Muti fue por la aviación, por lo que abandonó la milicia fascista en 1935 y se unió a la Real Fuerza Aérea Italiana (Regia Aeronautica). Aquel mismo año marchó a África Oriental para combatir a bordo de su avión en la Guerra Ítalo-Etíope, estableciendo su base en Axum. Por su acción sobre Chidana Mierat obtuvo la Medalla de Bronce y por su ataque a Dessiè ganó la Medalla de Plata. También dirigió un bombardeo sobre la misma capital, Addis Abeba, causando destrucción en algunos de sus barrios.

Terminada la Guerra Ítalo-Etíope en 1936, Muti se enroló en la Aviación Legionaria Italiana(Aviazzione Legionaria Italiana) para combatir en la Guerra Civil Española al lado de los sublevados del general Francisco Franco. La mayor parte de sus gestas en España entre 1937 y 1939 se contabilizaron en un total de 160 bombardeos a los puertos en manos de la II República por las costas del Mar Mediterráneo. Allí obtuvo condecoraciones tanto españolas como alemanas, además de la Orden Militar de Saboya que le permitió ser ascendido a comandante.

Poco antes de empezar la Segunda Guerra Mundial, Muti participó en la invasión de Albania, siendo el primer italiano en entrar en la capital de Tiranna. Por sus méritos fue nombrado el 31 de Octubre de 1939 Secretario del Partido Nacional Fascista en sustitución de Achille Starace.

Cuando Italia entró en la Segunda Guerra Mundial, Muti abandonó sus cargos políticos y participó en la Batalla de los Alpes durante la invasión italiana de Francia. Poco después se unió al Cuerpo Aéreo Italiano (Corpo Aereo Italiano) en la Batalla de Inglaterra, en donde pudo bombardear algunas ciudades británicas.

Una de las acciones más heroicas de Muti fue el bombardeo de Bahrein. El intrépido italiano, al mando de tres Savoia SM-82 completó un recorrido de 4.700 kilómetros, despegando de las Islas del Dodecaneso, cruzando Arabia y atacando Bahrein, para luego descender por el Mar Rojo hasta la colonia italiana de Eritrea. El asalto fue un éxito porque fueron destruidas varias instalaciones petrolíferas sin perderse ningún avión.

Durante el resto de la Segunda Guerra Mundial, Muti tuvo el mando de las operaciones en el Mar Egeo, atacando a los convoyes ingleses y bombardeando ciudades del Mandato Británico en Palestina como Haifa. Más adelante dirigió los ataques de los aerotropedores en la Batalla de la Isla Pantelleria.

La última misión de Muti se desarrolló en España y Portugal como espía. Allí intentó robar la tecnología del radar a Estados Unidos, pero el derrocamiento de Mussolini en Italia le hizo volver a su patria el 27 de Julio de 1943 con las manos vacías.

Jamás Muti imaginó tener un fin tan poco honorable después de una vida con tantos peligros. Mientras disfrutaba en su casa de su retiro, la noche del 23 al 24 de Agosto de 1943, un grupo de matones Carabinieri al servicio de los traidores que habían encarcelado a Mussolini, llamaron a la puerta de su casa, en su chalet de Fregene, con la intención de arrestarle y asesinarle. Muti inmediatamente intentó escapar, pero los Carabinieri abrieron fuego y acribillándole a tiros. De este modo Muti se convirtió en la primera persona asesinada de la Guerra Civil Italiana.

Seis meses después del asesinato de Ettore Muti, el 19 de Febrero de 1944, cuando Mussolini volvió al poder y fundó la República de Saló, fue celebrado un grandioso funeral en la ciudad de Rávena para darle un último adiós, acto al que acudieron emocionados millares de ciudadanos. También en su honor se bautizó a una milicia con su nombre, la Brigada Ettore Muti.

Ettore Muti, el italiano más condecorado de la Segunda Guerra Mundial con 22 medallas, pasó a la Historia como el ejemplo más claro de la doctrina aventurera d’annunziana y futurista, héroe que muchos querrían imitar.

“Tú eres la expresión del valor sobrehumano, un ímpetu ingrávido, un sacrificio sin mesura, un puño de incienso sobre las brasas, el olor de un alma pura.”
dijo Gabriele D´Annunzio sobre Ettore Muti.

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