El mundo es
gobernado por la burguesía que lleva ya bastante tiempo en la misma posición.
Al hablar de burguesía nos referimos obviamente a los ricos, los cuales en su
afán de poder buscan acapararlo todo (en relación al poder económico), sin
dejar, ni siquiera por un poco de decencia o humanidad las condiciones mínimas
para los explotados o la gente que trabaja para ellos, pueda vivir con
tranquilidad. Diseñan leyes para reprimirnos, leyes para pagar lo mínimo, leyes
para regalar tierras o recursos y así destruir paraísos naturales, sin que
ellos sean los dueños. No solo nos esclavizan a nosotros, esclavizan a todo lo
que tenga vida, hasta al mismísimo planeta.
Inevitablemente
el poder lleva a la corrupción, lo que genera que caigan por su propio peso, hablan
de moralidad y se caen solos. A veces es necesarios esperar a ver como cae el
enemigo sin que uno haga mucho esfuerzo.
Políticos,
policías, fiscales, todos se desmoronan cada cierto tiempo. Algunas veces es
mucho más del tiempo que podríamos esperar.
Los
políticos en su desesperación por el poder y para mantener su privilegio y
estatus nos muestran que es verdad lo anteriormente dicho, nos obligan a
participar en un sistema que no validamos, que no aceptamos. Esta generación
está entendiendo que por ahí no es el camino, que engañan a las personas, que
gastan millones en carteles y propaganda política, sin retirarla tras las
elecciones la mayoría de veces, hablándole a los jóvenes y llamándolos a votar,
invadiendo nuestra privacidad de una manera brutal para que creamos en ellos.
Para ser elegidos ellos en su afán de poder “venden hasta el alma”. Se
corrompen, hacen promesas y luego nos envenenan con sus megaproyectos, con su
medicina basada en la tortura y en la experimentación, en mantener el negocio de
las farmacéuticas, se permiten envenenarnos con la industria alimentaria. Todo
negociado, todo corrompido y podrido, tanto como para regalar dinero con tal de
mantenerse donde están, en el poder, porque el dinero compra armas y las armas
mantienen este poder, todo ello es utilizado para mantener protegidas las
riquezas de los poderosos. Se suben los impuestos, en algunas regiones, para
que los empresarios sigan explotando esas tierras y sigan ganando dinero, que
ya de por sí tienen para vivir en paz mil vidas más; mientras que en la misma
zona la gente que ya no puede estirar más el sueldo es obligada a venderse en trabajos mal
remunerados, aparte la tierra nunca fue de ellos y por eso la regalan, la
reparten y la destruyen. Financian policías para protegerse a ellos mismos,
para poder acaparar más en su infinito afán de avaricia.
La policía
tiene poder y este también se corrompe, hasta ellos son comprados y se
aprovechan de su posición para así acaparar. Lo ocurrido ya varias veces al
destapar las redes de narcotráfico en las que encontramos policías es
intolerable, no es más que una muestra de su afán por acaparar. Ahora, si creen
que estos impresentables cayeron por guardarse drogas y dinero están muy
equivocados. Cayeron por robarle a los peces gordos, pues ellos son los que
controlan todo y desde su escondite mueven los hilos para acaparar más y más.
Así llevan el negocio de la droga, ese negocio en donde la prohibición, la
ilegalidad, la manipulación de sustancias, entre otras cosas, es para llenarse
los bolsillos, si crean leyes para prohibir lo natural es porque así generan
más dinero, más acaparación de riquezas y cuando alguien cae preso, ya sean
policías o gente común (en referencia al narcotráfico) es porque alguien no le
paga a los que manejan el poder. No respetan esa jerarquización.
Así diseñan
sus leyes para la acaparación, esos son sus fines, las leyes que buscan
reprimir las protestas o las modificaciones que se presentan a artículos de ley
para quitarnos la libertad de expresión, de decir lo que queramos, no tienen
otro fin que el de no permitir que nadie interfiera con sus planes de
enriquecerse. Y nos llaman violentos porque estamos descontentos. Si con ellos
los que destruyen el planeta, ¿acaso la gente no lo ve? Si crean hasta montajes
en torno a las personas descontentas. Podemos comprobar los distintos casos en
los que esta democracia pueril se ha dedicado a acreditar que un grupo de
jóvenes eran terroristas por cuestionar lo que ellos han establecido generando
una gigantesca caza de brujas, sólo por mantener su poder intacto, su
patrimonio protegido.
Sí, el poder
corrompe y se hunde ocasionalmente debido a su propia avaricia, si se devoran
entre ellos mismos y llega el momento en el que se demuestre que no estamos
equivocados, el perseguidor hoy es perseguido en el momento que ambiciona el
poder, ya sea monetario o sobre la gente. Nos resulta un placer ver como ahora
el señor Bárcenas se ve ahora sentado en una celda, llegó la corrupción para su
cartera también y se ve allí por querer robarle a los de arriba, al mismo
poder.
¿Ahora lo
entendéis? No queremos el poder o la autoridad que ellos buscan proteger, pero
no queremos que tampoco abusen de la gente buena y de los españoles de bien,
que ya (esperamos) estén despertando, conociendo y aprendiendo nuevas formas de
sobrevivir, de interactuar y convivir sin estos “peces gordos” que nos oprimen,
sin las leyes corruptas contra el trabajador, sin necesidad de ambicionar
riquezas. Vivir sin esa denominada “Casta en la sombra”, si los que están en el
poder no nos interesan y nosotros solo les necesitamos para su juegos de
ajedrez económica, expulsémosles del camino de nuestra nación.
El poder se
desmorona y va cayendo y con él las
personas de su alrededor descubren sus vicios…
Debemos
abrir los ojos a nuestro pueblo y rebelarnos contra ese poder.
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