jueves, 16 de abril de 2015

La corrupción del poder.


El mundo es gobernado por la burguesía que lleva ya bastante tiempo en la misma posición. Al hablar de burguesía nos referimos obviamente a los ricos, los cuales en su afán de poder buscan acapararlo todo (en relación al poder económico), sin dejar, ni siquiera por un poco de decencia o humanidad las condiciones mínimas para los explotados o la gente que trabaja para ellos, pueda vivir con tranquilidad. Diseñan leyes para reprimirnos, leyes para pagar lo mínimo, leyes para regalar tierras o recursos y así destruir paraísos naturales, sin que ellos sean los dueños. No solo nos esclavizan a nosotros, esclavizan a todo lo que tenga vida, hasta al mismísimo planeta.

Inevitablemente el poder lleva a la corrupción, lo que genera que caigan por su propio peso, hablan de moralidad y se caen solos. A veces es necesarios esperar a ver como cae el enemigo sin que uno haga mucho esfuerzo.

Políticos, policías, fiscales, todos se desmoronan cada cierto tiempo. Algunas veces es mucho más del tiempo que podríamos esperar.

Los políticos en su desesperación por el poder y para mantener su privilegio y estatus nos muestran que es verdad lo anteriormente dicho, nos obligan a participar en un sistema que no validamos, que no aceptamos. Esta generación está entendiendo que por ahí no es el camino, que engañan a las personas, que gastan millones en carteles y propaganda política, sin retirarla tras las elecciones la mayoría de veces, hablándole a los jóvenes y llamándolos a votar, invadiendo nuestra privacidad de una manera brutal para que creamos en ellos. Para ser elegidos ellos en su afán de poder “venden hasta el alma”. Se corrompen, hacen promesas y luego nos envenenan con sus megaproyectos, con su medicina basada en la tortura y en la experimentación, en mantener el negocio de las farmacéuticas, se permiten envenenarnos con la industria alimentaria. Todo negociado, todo corrompido y podrido, tanto como para regalar dinero con tal de mantenerse donde están, en el poder, porque el dinero compra armas y las armas mantienen este poder, todo ello es utilizado para mantener protegidas las riquezas de los poderosos. Se suben los impuestos, en algunas regiones, para que los empresarios sigan explotando esas tierras y sigan ganando dinero, que ya de por sí tienen para vivir en paz mil vidas más; mientras que en la misma zona la gente que ya no puede estirar más el sueldo  es obligada a venderse en trabajos mal remunerados, aparte la tierra nunca fue de ellos y por eso la regalan, la reparten y la destruyen. Financian policías para protegerse a ellos mismos, para poder acaparar más en su infinito afán de avaricia.

La policía tiene poder y este también se corrompe, hasta ellos son comprados y se aprovechan de su posición para así acaparar. Lo ocurrido ya varias veces al destapar las redes de narcotráfico en las que encontramos policías es intolerable, no es más que una muestra de su afán por acaparar. Ahora, si creen que estos impresentables cayeron por guardarse drogas y dinero están muy equivocados. Cayeron por robarle a los peces gordos, pues ellos son los que controlan todo y desde su escondite mueven los hilos para acaparar más y más. Así llevan el negocio de la droga, ese negocio en donde la prohibición, la ilegalidad, la manipulación de sustancias, entre otras cosas, es para llenarse los bolsillos, si crean leyes para prohibir lo natural es porque así generan más dinero, más acaparación de riquezas y cuando alguien cae preso, ya sean policías o gente común (en referencia al narcotráfico) es porque alguien no le paga a los que manejan el poder. No respetan esa jerarquización.
Así diseñan sus leyes para la acaparación, esos son sus fines, las leyes que buscan reprimir las protestas o las modificaciones que se presentan a artículos de ley para quitarnos la libertad de expresión, de decir lo que queramos, no tienen otro fin que el de no permitir que nadie interfiera con sus planes de enriquecerse. Y nos llaman violentos porque estamos descontentos. Si con ellos los que destruyen el planeta, ¿acaso la gente no lo ve? Si crean hasta montajes en torno a las personas descontentas. Podemos comprobar los distintos casos en los que esta democracia pueril se ha dedicado a acreditar que un grupo de jóvenes eran terroristas por cuestionar lo que ellos han establecido generando una gigantesca caza de brujas, sólo por mantener su poder intacto, su patrimonio protegido.

Sí, el poder corrompe y se hunde ocasionalmente debido a su propia avaricia, si se devoran entre ellos mismos y llega el momento en el que se demuestre que no estamos equivocados, el perseguidor hoy es perseguido en el momento que ambiciona el poder, ya sea monetario o sobre la gente. Nos resulta un placer ver como ahora el señor Bárcenas se ve ahora sentado en una celda, llegó la corrupción para su cartera también y se ve allí por querer robarle a los de arriba, al mismo poder.

¿Ahora lo entendéis? No queremos el poder o la autoridad que ellos buscan proteger, pero no queremos que tampoco abusen de la gente buena y de los españoles de bien, que ya (esperamos) estén despertando, conociendo y aprendiendo nuevas formas de sobrevivir, de interactuar y convivir sin estos “peces gordos” que nos oprimen, sin las leyes corruptas contra el trabajador, sin necesidad de ambicionar riquezas. Vivir sin esa denominada “Casta en la sombra”, si los que están en el poder no nos interesan y nosotros solo les necesitamos para su juegos de ajedrez económica, expulsémosles del camino de nuestra nación.

El poder se desmorona y va cayendo  y con él las personas de su alrededor descubren sus vicios…

Debemos abrir los ojos a nuestro pueblo y rebelarnos contra ese poder.

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