viernes, 10 de abril de 2015

Cáncer social




La comodidad es la postura más dramática que puede tomar una persona en su juventud, ya que la juventud, es esa época dorada en la que nada nos para, nada nos puede detener, en la que más libres somos aunque sólo sea de forma ilusoria, en la que nos sobra osadía para hacer lo que queremos y sobretodo hacer lo que creemos correcto. 

Esos “jóvenes” sin sangre en las venas, sin un ápice de inconformismo, son una enfermedad pandémica de nuestra sociedad, son aquellos productos de este Sistema que acalla las mentes con la infinidad de medios de la que dispone, y todo para poder mantenernos como estamos, maniatados, amordazados, como si fuésemos cuerpos inertes.

Qué menos que probar el vigor de nuestra juventud, qué menos que ver cuánto resistimos los embites de la sociedad que intenta doblegarnos para finalmente engullirnos y convertirnos en otro insignificante cordero más.

Nosotros no queremos esto, nosotros no podemos permitirnos ser otra desgraciadamente que arrastran a un lejano manicomio ante la posibilidad de alterar su amado orden. Debemos oponer resistencia, tanta como nuestros medios nos permitan y nuestras fuerzas den de sí.

Porque recordad,no luchamos sólo por nosotros, luchamos por los nuestros, luchamos por otros miles, por otros millones de españoles a los que ahora mismo este infame sistema, que se hace llamar "democracia", está esclavizando y sometiendo para hacernos siervos de los intereses de unos pocos.
Es nuestro deber rebelarnos para obtener nuestros derechos y libertades, esos que teóricamente nos tendría que proporcionar esta "democracia" falaz, es nuestro deber escalar hasta sus altas esferas, agarrarles por el cuello y disfrutar del espectáculo de su caída.

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