lunes, 13 de julio de 2015

Peronismo y el movimiento obrero cubano

La influencia del Peronismo histórico no sólo se nota en las organizaciones políticas del nacionalismo revolucionario pre-castrista. Dadas las características nacional-proletarias y sindicalistas de la Argentina Peronista es más lógico que su influjo mayor se produce en el Movimiento Obrero Latinoamericano. Cuba no sería una excepción y es su Movimiento Obrero la mejor prueba de la convergencia entre el tercerismo revolucionario properonista y el nacionalismo revolucionario no marxista del castrismo inicial.

El 20 de noviembre de 1952, en la ciudad de México, representantes de organizaciones obreras de nuestro Continente pertenecientes a 19 países, convocados por la CGT argentina deciden constituir la Agrupación de Trabajadores Latinoamericanos Sindicalistas (ATLAS). Se trata de una central obrera continental y anti-imperialista opuesta tanto al pseudosindicalismo amarillo de la proyanqui ORIT, como al regimentado sindicalismo filosoviético de la CTAL.

En la constitución de ATLAS tiene un papel destacable el dirigente sindical cubano del transporte Fernando Pérez Vidal. Este militante, exiliado por la dictadura batistiana y futuro dirigente sindical castrista, ocupa desde la fundación de ATLAS la Secretaría de Relaciones Exteriores, aunque en 1953 llegaría a ser de signado transitoriamente como Se cretario General de dicho organismo continental peronista. Que la vinculación entre el Movimiento Obrero Peronista Argentino y el Movimiento Obrero Castrista cubano no es circunstancial y efímero lo prueba la larga correspondencia entre esos dirigentes obreros castristas, ya llegados al poder, y el aún Secretario General de ATLAS, el argentino (y peronista) Juan Garone. Así, el 16 de febrero de 1960 Pérez Vidal solicita a aquel el envío “...del carné como delegado de ATLAS en el Caribe o solo en Cuba” recalcando que: “Hoy, gracias a la Revolución Libertadora que rige los destinos de la nación y que encabeza ese invencible líder y gran estadista Fidel Castro Ruz, nuestra pequeña patria, pero digna, tiene un puesto destacado en las naciones libres del mundo. Exactamente lo que logró vuestra gran patria bajo las banderas gloriosas del Justicialismo que hizo posible Independencia Económica, Justicia Social y Soberanía Política...”. Y añade, por si quedase alguna duda: “Cambia nada más que la forma, o sea, no decir ATLAS o Justicialismo es un problema complejo de dirigentes poco maduros y con muy escaso nivel político que ven fantasmas donde sólo brilla el sol más claro y mejor”.


En idéntico sentido se manifiesta el también dirigente obrero cubano José Gayoso en carta al mismo Garone: “En cuanto a los fines que el gobierno cubano persigue son puramente nacionalistas (...)

"En cuanto a ATLAS creo que sería conveniente que ustedes se dirigieran al compañero David Salvador, Secretario General de la CTC para llegar a un fin práctico en la reorganización en ésta de ATLAS (...) con hombres que sienten los ideales del Justicialismo"

Para una mejor comprensión de lo anterior aclaramos que el citado David Salvador era un exdirigente comunista que en 1947 había roto con los prosoviéticos locales para acabar integrándose en el castrismo, del cual dirige durante la Revolución su brazo sindical: Sección Obrera del M-26 de Julio, posteriormente conocida por “Frente Obrero Nacional Unido” (FONU) tras la absorción de la Sección Funcional de Trabajadores de la Ortodoxia Histórica y la Sección Obrera del Directorio Revolucionario. Salvador dirige numerosas huelgas durante la resistencia antibatistiana, generalmente combina das con acciones armadas. Tras la llegada al poder del castrismo el Primer Congreso Nacional de la CTC (ya convertida en central obrera única) la lista de David Salvador y el M-26 obtiene el 90% de los votos frente a sólo un 5% de los “Auténticos” y otro 5% de los comunistas. La presión del propio Fidel para una lista de unidad castrista-comunista es rechazada, no por un anticomunismo de derechas sino porque, como reconoce un marxista estudioso de la Revolución Cubana durante la Revolución: “El PSP (prosoviético) no veía con buenos ojos al Frente Obrero Nacional, fundado por los castristas y dirigido por David Salvador, antiguo comunista; el PSP desconfiaba simultáneamente de las tendencias anticomunistas de una cierta propaganda del M-26 y de sus exaltaciones izquierdistas de la lucha armada. (...) No se encuentra ni una sola huella de la participación de los comunistas en esa decisiva batalla del frente urbano que fue la huelga general del 9 de abril de 1958, dirigida por el FONU.

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