lunes, 6 de julio de 2015

Nuestra época

Nuestra época es portentosamente revolucionaria como no ha conocido la historia de la humanidad. Pero no tiene conducción consciente, o menos, conducción simplemente instintiva. Mucho menos todavía, conducción política organizada porque ni siquiera hemos tenido filosofía precursora ante la velocidad de los cambios que se acumularon.

La codicia, tanto negativa y tanto motor de la historia, eso que empujó al progreso material técnico y científico, que ha hecho lo que es nuestra época y nuestro tiempo y un fenomenal adelanto en muchos frentes, paradojamente, esa misma herramienta, la codicia que nos empujó a domesticar la ciencia y transformarla en tecnología nos precipita a un abismo brumoso. A una historia que no conocemos, a una época sin historia y nos estamos quedando sin ojos ni inteligencia colectiva para seguir colonizando y perpetuarnos transformándonos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario