martes, 24 de marzo de 2015

La violencia en el sistema

Hemos aguantado y sufrido en silencio la violencia del sistema demasiado tiempo. Nos atacan diariamente. La violencia no sólo existe en el ejército, la policía y en las cárceles. Existe en la vulgar cultura alienadora emitida por TV, películas y revistas, existe en la banal vida cotidiana. Existe en la explotación cotidiana de nuestra fuerza de trabajo que da a los grandes mercados el poder de controlar nuestras vidas y manejar el sistema para sus propios fines.

¿Cuántos Rolls-Royce, cuántas Grecias, cuántos proyectos de ley antisindicales harán falta para demostrar que en una crisis del capitalismo la clase dominante sólo puede reaccionar atacando al pueblo políticamente? Pero el sistema nunca se vendrá abajo ni capitulará por sí solo.

Cada vez más trabajadores se dan cuenta de esto, y están transformando la conciencia sindical en militancia política ofensiva. Nuestro papel es el de profundizar en las contradicciones políticas a cada nivel; no lograremos esto centrándonos en “cuestiones" sin importancia o gastando tópicos fascistas descafeinados. 

En Grecia, la Unión Europea ha encontrado un perfecto campo de pruebas, utilizando la población. Lo que consigan aquí, lo utilizaran para el sometimiento económico del pueblo, estas medidas serán implantadas más o menos tarde en España u otros países con problemas económicos.


Nuestro ataque es violento… Nuestra violencia está organizada. La cuestión no está en si la revolución será violenta. Ninguna revolución se ganó nunca sin violencia. Igual que las estructuras y programas de una nueva sociedad revolucionaria, deben ser incorporados en cada base organizada, en cada punto de la lucha. También la violencia organizada debe acompañar cada punto de la lucha hasta que, armada la clase trabajadora revolucionaria, derroque al sistema capitalista.

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