Todo aquél que se ha lanzado a conocer las Revoluciones Nacionales en función de los tópicos y dogmas reduccionistas con los que los enemigos declarados (antifascistas) y los intrusos insidiosos (integristas, fundamentalistas y reaccionarios) las minimizan, está destinado a quedar encerrado en esquemas estrechos, artificiales y estúpidos.
Pero quien quiera reconstruir, tesela a tesela, un mosaico que haría la envidia de los artistas bizantinos debe liberar la mente y volver a comenzar de cero: con entusiasmo.
Gabriele Adinolfi.
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